Al poco tiempo se ganaron el respeto del entorno urbano y comenzaron a liderar, junto con otros miembros de esta generación, un movimiento de arte callejero en Brasil que terminaría por imprimir a los artistas urbanos de este país una identidad propia, en sintonía con sus propias raíces culturales.
Sus personajes, que se deslizan entre las grietas y texturas de lo cotidiano y lo fantástico, han adquirido un sello distintivo que hace fácilmente reconocible sus obras. Sus dulces quimeras ycon personalidades que recuerdan a una especie de campesino sideral, habitan ya en ciudades de al menos 4 continentes.
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